La masificación de pisos de alquiler vacacional de Airbnb en Barcelona

pisos de uso turístico

La masificación de los pisos de alquiler vacacional en Barcelona está adquiriendo cuotas que superan incluso a ciudades tan turísticas como Roma, Madrid o Londres. Pero además, la plataforma Airbnb es la que más pisos turísticos anuncia, contando de media con 12 apartamentos por cada 1000 habitantes. Estas cifras han sido aportadas recientemente por un estudio de la Universidad de Vic y Universidad Central de Catalunya en colaboración con l’Institute Nacional de la Recherche Scientifique de Canadá.

Alerta de peligro de masificación turística

Aunque ya se sabía de la masificación turística y del esfuerzo del ayuntamiento de Barcelona para reducirla o al menos, para poner solución a los problemas de convivencia que conlleva, este estudio arroja datos que realmente impresionan.

Pero además, el precursor o anunciante principal de los pisos de alquiler vacacional tiene nombre: Airbnb. El ratio de alojamientos de esta plataforma por habitante en Barcelona es de los más elevados de Europa: 12 pisos por 1.000 habitantes en Barcelona, 10 en Roma y 7 en Londres y Madrid. Las zonas o barrios donde se concentra la mayor cantidad es en Ciutat Vella, la Vila de Gracia y algunas zonas del Eixample, especialmente en Sagrada Familia. Y si hablamos de la conversión de viviendas a pisos turísticos, en las zonas de la Dreta del Eixample, Sant Pere y la Ribera se ha registrando más de un 30% de conversiones.

La presencia de Airbnb en los barrios más turísticos

Sin duda, el gigante Airbnb tiene una influencia indiscutible en la masificación turística y en las consecuencias que conlleva, sobre todo en barrios tan concurridos como el Raval, la Barceloneta, Poble-sec, Sant Pere i Santa Caterina… A parte de los estragos que causa la convivencia con los vecinos locales también influye en los flujos y precios del mercado. De hecho, en los últimos años los precios de la vivienda usada ha subido entre el 68% y el 133% mientras que la población autóctona ha disminuido.

Podemos decir entonces que es obvio que se requiere una regulación estricta y una política urbana dura para controlar la masificación, así como una revisión completa de todas las licencias turíticas. De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona se encuentra en lucha contra los pisos turísticos ilegales y las plataformas que los sigue anunciando. La última decisión ha sido precisamente endurecer las multas a estas plataformas y exigir la eliminación inmediata de los apartamentos ilegales.

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